La generación de residuos biológico-infecciosos (RPBI) es inherente a las actividades de atención médica, investigación y laboratorios, donde se manipulan fluidos corporales, cultivos de agentes patógenos, materiales punzocortantes y otros desechos con potencial de contagio. En varios procesos de recolección, descontaminación y destrucción de estos residuos se generan aguas residuales. Estas aguas residuales presentan características especiales, ya que pueden contener altos niveles de patógenos, compuestos orgánicos y agentes infecciosos que requieren medidas de control específico para evitar su liberación directa al ambiente. Por ello, la adecuada gestión y tratamiento de estas aguas residuales es esencial para minimizar el riesgo de contagios y proteger tanto la salud humana como la integridad de los ecosistemas.

Características de las Aguas Residuales de RPBI

Las aguas residuales generadas presentan características como:

  • Contaminación Microbiológica: Debido a que estos desechos provienen de fluidos corporales, cultivos y materiales de curación empapados en sangre o secreciones, las aguas residuales pueden presentar concentraciones elevadas de microorganismos patógenos. Esto implica que, sin un tratamiento adecuado, su descarga directa podría facilitar la propagación de enfermedades infecciosas.
  • Variabilidad en Volumen y Concentración: La generación de estas aguas puede variar significativamente dependiendo del tipo de establecimiento (hospitales, laboratorios, centros de investigación) y del protocolo implementado para el manejo de RPBI. En muchos casos, se generan en forma de flujos concentrados que requieren un pretratamiento especializado antes de su disposición final o reutilización debido a la naturaleza de las muestras procesadas en los centros generadores de estos residuos.

Impacto Ambiental y Riesgos para la Salud

El manejo inadecuado de las aguas residuales procedentes de RPBI puede tener consecuencias graves en múltiples frentes:

  • Salud Pública: La exposición a aguas contaminadas con patógenos puede generar brotes epidémicos, afectando a trabajadores de la salud, personal de limpieza y a la comunidad en general por transmisión de enfermedades como hepatitis, infecciones bacterianas y otros riesgos asociados a materiales punzocortantes.
  • Contaminación del Medio Ambiente: La liberación de estas aguas sin tratamiento puede contaminar cuerpos de agua superficiales y subterráneos, deteriorando la biodiversidad acuática y generando problemas en el suministro de agua potable. La presencia de residuos biológicos y microorganismos también puede alterar el equilibrio ecológico de los ecosistemas receptores.
  • Impactos Socioeconómicos: Los costos asociados al tratamiento, la frecuente necesidad de descontaminación de cuerpos de agua y las repercusiones en la salud pública pueden generar un impacto económico significativo para las comunidades afectadas.

Dado este escenario, resulta imperativo que las instituciones encargadas del manejo de RPBI implementen protocolos estrictos para el tratamiento de las aguas residuales derivadas de estos procesos.

Marco Normativo 

En México la Norma Oficial Mexicana NOM-087-SEMARNAT-SSA1-2002 establece los requisitos para la separación, envasado, almacenamiento, recolección, transporte, tratamiento y disposición final de los RPBI generados en establecimientos de atención médica. En esta norma se destaca:

  • Clasificación y Envasado: La norma define criterios específicos para la identificación de residuos biológico-infecciosos, diferenciando entre materiales punzocortantes, residuos patológicos, cultivos y otros.
  • Almacenamiento y Tiempo Máximo: Se estipulan límites máximos de tiempo para el almacenamiento de estos residuos, los cuales varían según el nivel del generador para evitar la proliferación de agentes infecciosos y la degradación del material.
  • Transporte y Tratamiento: La norma exige que el transporte de los RPBI se realice en condiciones que minimicen el riesgo de derrames o exposición, y que el tratamiento final se lleve a cabo mediante procesos que eliminen la capacidad infecciosa de los residuos. 
  • Responsabilidad del Generador: La legislación impone la responsabilidad de los generadores de estos residuos que garanticen la protección del personal, de la población y del medio ambiente.

Tratamiento de Aguas Residuales Contaminadas con RPBI

Este tipo de aguas residuales requieren el uso de tecnologías avanzadas y sistemas específicos que aseguren la eliminación de patógenos y la degradación de contaminantes. Algunas de las tecnologías más relevantes incluyen:

  • Pretratamiento y Filtración: antes de proceder a tratamientos más complejos, es fundamental realizar un pretratamiento que permita la remoción de sólidos grandes, residuos en suspensión y materiales orgánicos de alta concentración. Los sistemas de tamizado, cribas y desarenadores se emplean para reducir la carga contaminante y proteger las unidades de tratamiento posteriores. En el caso de RPBI, este paso es crucial para evitar la interferencia de partículas que puedan alojar microorganismos o inhibir procesos posteriores.
  • Esterilización por Autoclave:  En algunos establecimientos, el tratamiento in situ mediante autoclaves (alta temperatura y presión) permite que tanto los residuos sólidos como las aguas residuales asociadas se desinfecten antes de su disposición final.
  • Inactivación Química la aplicación de agentes químicos, como soluciones a base de hipoclorito o desinfectantes específicos, puede inactivar de manera rápida y efectiva los patógenos presentes en las aguas residuales. 
  • Procesos Avanzados de Oxidación: los procesos avanzados de oxidación combinan agentes oxidantes (como ozono, peróxido de hidrógeno o radicales libres) con radiación ultravioleta para destruir contaminantes orgánicos y microorganismos. Estos sistemas son muy efectivos para eliminar microcontaminantes residuales y asegurar que el efluente tenga un nivel muy bajo de capacidad infecciosa. 
  • Membranas de Ultrafiltración y Biorreactores de Membrana (MBR): la tecnología MBR combina procesos biológicos convencionales (como el tratamiento con lodos activados) con separación física mediante membranas semipermeables. Este sistema es altamente eficiente para eliminar partículas, microorganismos y nutrientes residuales, produciendo un efluente de alta calidad. La retención de la biomasa en el biorreactor y la separación física mediante membranas permiten operar a concentraciones elevadas de sólidos, lo que mejora la eficacia del tratamiento y reduce la posibilidad de escape de agentes infecciosos.

La adecuada gestión y tratamiento de las aguas residuales provenientes de RPBI es fundamental para prevenir riesgos sanitarios y preservar la calidad del medio ambiente. La combinación de normativas, tecnologías avanzadas de tratamiento y la mejora continua en es la base para garantizar un futuro más seguro y sostenible para la sociedad.

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