El proceso de tratamiento de las aguas residuales para uso agrícola combina varias etapas en las que se eliminan los contaminantes físicos, químicos y biológicos, asegurando que el efluente final cumpla con las normas de calidad y las leyes exigidas para evitar riesgos sanitarios y ambientales tomando acciones como la reutilización de las aguas residuales ayudando a la menor generación de aguas residuales y aprovechar el contenido de nutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio) presentes en el agua, lo cual puede disminuir el uso de fertilizantes químicos.

El uso de agua residual en la agricultura requiere que ésta sea sometida a procesos de tratamiento muy rigurosos. Es fundamental que el agua tratada presente niveles mínimos de microorganismos patógenos, sólidos en suspensión y otros contaminantes para garantizar la salud de los agricultores, la seguridad de los consumidores y la preservación de la fertilidad del suelo.

Procesos de Purificación del Agua Residual

El tratamiento de aguas residuales se organiza en distintas etapas que pueden clasificarse como pretratamiento, tratamiento primario, secundario y terciario. Cada una de estas fases cumple funciones específicas en la eliminación de contaminantes en el agua

Pretratamiento: el pretratamiento es la primera fase del proceso y tiene como objetivo acondicionar el agua residual para proteger los equipos y mejorar la eficacia de las etapas siguientes. Este conjunto de procesos físicos previene daños en el sistema y permite una mayor eficiencia en las siguientes etapas de tratamiento.

Tratamiento Primario: el tratamiento primario se basa en la sedimentación y la decantación. En esta fase se busca reducir la carga orgánica y la cantidad de sólidos en suspensión presentes en el agua residual. En algunos casos, se pueden utilizar procesos de coagulación y floculación para mejorar la sedimentación de partículas muy finas. Se añaden coagulantes y floculantes que permiten la formación de flóculos, los cuales se sedimentan más rápidamente y son más fáciles de separar.

Tratamiento Secundario: la fase secundaria es el núcleo del tratamiento de aguas residuales y se basa en procesos biológicos, los cuales son especialmente eficientes para la eliminación de materia orgánica disuelta y nutrientes. El tratamiento secundario es crucial para reducir la demanda bioquímica de oxígeno (DBO) y la demanda química de oxígeno (DQO), indicadores esenciales de la carga orgánica y la calidad del agua.

Tratamiento Terciario: el tratamiento terciario, también conocido en algunos lugares como pulido, se implementa cuando el agua residual tratada en las fases anteriores no cumple con los estándares de calidad necesarios para su reutilización en riego agrícola. Este proceso tiene como objetivo afinar las características del efluente mediante técnicas físico-químicas o adicionales de desinfección. El tratamiento terciario es esencial para garantizar que el agua regenerada cumpla con los parámetros normativos y sea segura para el contacto con cultivos destinados al consumo humano o animal.

Tecnologías Complementarias y Alternativas

Además de los tratamientos convencionales, en los últimos años han surgido tecnologías innovadoras que potencian la depuración de aguas residuales para uso agrícola como los Sistemas de Fitotratamiento: Estas instalaciones imitan la autodepuración de los ecosistemas naturales. Las raíces de las plantas y la biopelícula que se forma sobre ellas favorecen la eliminación de materia orgánica, nutrientes y patógenos. Lombrifiltros (vermi-digestor o vermifiltro): Estos sistemas, de bajo costo y operación pasiva, permiten la eliminación de sólidos y la transformación de la materia orgánica en humus de lombriz, que a su vez puede utilizarse como abono. Los lombrifiltros son especialmente útiles para el tratamiento de aguas residuales domésticas y agroindustriales, mejorando la calidad del efluente mediante 

Reutilización de Aguas Tratadas en la Agricultura

La aplicación de agua residual tratada en riego agrícola ofrece múltiples beneficios, tanto económicos como ambientales, tales como: ahorro de recursos hídricos, recuperación de nutrientes para el suelo, reducción de la contaminación ambiental, ahorro económico y mejor salud pública entre los habitantes de las localidades con sistemas de tratamiento.

A pesar de sus numerosos beneficios, la reutilización del agua residual en la agricultura también enfrenta importantes desafíos o problemáticas como: “alta inversión” inicial, gestión de gran cantidad de lodos, entre otros.

Toda esta información nos indica que la purificación del agua residual para riego agrícola es una herramienta clave con respecto a la gran demanda de agua que tiene este sector y la presión que ejerce sobre los ecosistemas naturales.

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